¿Cómo se elabora el vino blanco?

La variedad de estilos distintos de vinos blancos, tienen en común un modelo a seguir para la elaboración de tan exquisita bebida.

Los vinos blancos se pueden clasificar por el tipo de uva como por ejemplo vendimia tardía, agraces y uvas con botritis y la cantidad de azúcar es variado entre los vinos semisecos, secos y dulces.

Para la elaboración de vino blanco se debe pasar por varias etapas:

1. El Despalillado:

En el momento de recoger las uvas en el tiempo de maduración, que viene definido por la especie, los racimos de uvas se trasladan a la bodega para realizar el despalillado, en donde se procede a la separación los rabillos y el escobajo de los trozos herbáceos del racimo como son las hojas que pueden estar en los empaques de vendimia, esto también es conocido como desraspado o desgranado de la uva. 

En los vinos blancos esta fase es opcional, ya que el escobajo favorece la tarea de prensado. 

2. El Estrujado:

Es el proceso donde se extrae la mayor cantidad de jugo sin la necesidad de aplastar los componentes sólidos como son los rabillos, pepitas y pieles, esto evitará que los jugos se contaminen y provoquen un sabor desagradable. Lo primero que sale del jugo es el mosto lágrima, que posee un bajo contenido de polifenoles, ya que no tiene contacto con la piel.

3. La Maceración:

Esta fase es opcional, ya que muchos vinos blancos no pasan por el proceso de maceración para que sean más ligeros y frescos. En esta fase el jugo extraído después del estrujado permanece por varias horas junto a las pieles y a la pulpa así para obtener más aroma y cuerpo.

4. El Prensado:

Es la combinación de las pieles, pepitas y la pulpa mediante el prensado así para extraer la mayor cantidad de mosto limpio. El proceso de limpieza del mosto de sustancias, se puede también realizar trasiegos que consiste en el cambio del mosto de envase dejando así los restos de sustancias en el fondo.

5. La Fermentación: 

Este es el proceso en el cual los azúcares que están en él mosto se convierten el alcohol. Para realizar esta fase se debe llevar a depósitos de fermentación en donde la temperatura es controlada, la levadura va convirtiendo los azúcares del vino en CO2 y etanol. 

El proceso puede durar varios días incluso semanas, dependiendo del tipo de vino que se quiera realizar y de la concentración de alcohol y azúcar que se desea obtener en los equipos enológicos.

En algunos casos los vinos blancos, tras la primera fermentación se le realiza una segunda fermentación, en la cual se suprime acidez y en esta etapa se agregan bacterias para convertir él ácido málico del vino en ácido láctico, que es más suave.

6. La Maduración:

El proceso de maduración consiste en dejar reposar el jugo en recipientes de acero inoxidable en donde se coloca junto a los residuos de fermentación sobre lías.

El tiempo de crianza es de algunos días y en algunos casos algunos meses, dependiendo del vino que se quiera elaborar en las bodegas.

7. Crianza en las Barricas:

Consiste madurar el vino por varios meses en barricas de roble, lo cual ayuda a conferir más aroma.

8. La Estabilización, el filtrado y el embotellado: 

Consiste en someter al vino a temperaturas bajas, así para minimizar la concentración de bitartratos potásicos, así para que no se formen sales en la botella, después se filtra con diferentes mecanismos y finalmente se procede al embotellado.

9. La Crianza en la botella:

Después del embotellado se deja por varios días, semanas incluso meses en la bodega y cuando llega el tiempo se comienza la venta en el mercado.

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